El Columpio Asesino en la cima del fin del mundo

Dan Moral.

El trayecto hacía el momento donde las voces y los corazones se alzaron al tono del columpio asesino fue lento, entre un clima que amenazaba con poner todo en contra, el ajetreo y el dinamismo de la hora pico, el día se había desarrollado con bastante tranquilidad, la cita, sería en lo que alguna vez fue nombrado como el Cine Las Américas una joya de la arquitectura mexicana, pero que ahora había cambiado de pieles para transformarse en el Auditorio Blackberry, un recinto que en su interior albergaba tantas historias, el ingreso a ese lugar había sido programado para las 8:00 de la noche pero desde las 6:30 de la tarde varias almas ya estaban a las rondando del lugar listas para despedir a una banda que estuvo en los buenos y malos momentos.

Poco a poco se fue llenando el lugar y entre el olor a palomitas de maíz y cerveza, les tocó a una joven promesa ser el telonero de las últimas presentaciones de una mítica banda, la banda en cuestión tenía el nombre de Islas ellos se encargaron iluminar con su presencia el interior de aquel auditorio, con pocas canciones nos llevaron a un viaje desde el sofá, a lugares donde no llega sol y con su última canción nos dejaron una cicatriz que solo podría curar el columpio asesino.

La presentación del columpio asesino fue arrolladora, desde el primera percusión esa criatura devoró por completo a los espectadores, haciendo del Auditorio Blackberry su nido de esa noche, está no fue una presentación cualquiera fue un recorrido por sus mejores años, por su esencia, por eso que los hizo por primera vez tomar al toro por los cuernos, todos los que estuvimos en esa noche vimos como esa banda que nació en 1999 en Pamplona, pudo aunque sea por un segundo detener el tiempo y ahora gracias al Marvin Gateway puede irse con la frente en alto.